Víctor Maquívar se une a un selecto grupo de alpinistas que han alcanzado esta cumbre, llevando consigo en alto el nombre de Durango y una gran historia de superación que lo impulsó a seguir adelante a pesar de las adversidades.
SAÚL MACÍAS
Durango, Dgo.- El alpinista duranguense Víctor Maquívar acaba de lograr un sueño que parecía inalcanzable: escalar el Monte Jaya, conocido también como Monte Carstensz o Pirámide de Carstensz. Esta montaña, con 4 mil 884 metros sobre el nivel del mar, es la cumbre insular más alta del mundo y el pico más alto de Oceanía, ubicado en la isla de Nueva Guinea, dentro de las montañas Sudirman al oeste de Papúa.
En un emotivo relato compartido a través de sus redes sociales, Víctor narró la experiencia, desde el inicio de su ascenso por la mañana, hasta su llegada a la cumbre, a las 3:56 pm: “El día comenzó soleado, pero a medida que escalábamos, el tiempo empeoró con lluvias, nevadas y granizadas. Sin embargo, la determinación de nuestro grupo y de nuestro guía nunca flaqueó”, escribió.
UNA AVENTURA DE 5 AÑOS
Víctor se embarcó en esta aventura tras enfrentar desafíos previos. En diciembre de 2019, intentó escalar el Monte Jaya, pero su expedición se vio interrumpida abruptamente cuando fue evacuado por el ejército y la policía debido a amenazas de secuestro por grupos armados en la región. Después de esa experiencia angustiante, pasó dos años y medio varado en Camboya debido a la pandemia de COVID-19, que llevó al cierre de fronteras en todo el mundo.
Recientemente, tras una tregua alcanzada en Papúa, el alpinista pudo finalmente regresar y hacer realidad su sueño de escalar el Monte Jaya. “Poder cerrar este largo ciclo que comenzó el 27 de diciembre de 2019 es indescriptible”, afirmó. Además, dedicó su logro a su madre, quien siempre lo apoyó y fue su mayor fuente de inspiración.
MISIÓN CUMPLIDA
El Monte Jaya no solo representa un desafío físico, sino también un hito cultural y geográfico. Es conocido por su densa vegetación y biodiversidad, así como por sus glaciares, que, lamentablemente, se están reduciendo debido al cambio climático. Su conquista no solo es un testimonio de la perseverancia de Víctor, sino también una llamada de atención sobre la importancia de preservar estos ecosistemas únicos.
Con esta hazaña, Víctor Maquívar se une a un selecto grupo de alpinistas que han alcanzado esta cumbre, llevando consigo en alto el nombre de Durango y una gran historia de superación que lo impulsó a seguir adelante a pesar de las adversidades. Su experiencia inspira a otros aventureros a nunca rendirse ante los obstáculos que se presentan en el camino.
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