SAÚL MACÍAS

Ciudad de México.- La victoria fue aplastante. Con una participación cercana al 61 por ciento y en una jornada electoral histórica, Claudia Sheinbaum Pardo, de 61 años de edad, se convirtió en la primera mujer presidenta de México.

La sucesora del presidente obtuvo alrededor del 60% de los votos emitidos, según las muestras preliminares extraídas desde los conteos rápidos de todo el país, porcentaje muy por encima del 53% obtenido en 2018 por el actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador.

Las encuestas lo adelantaban. Sheinbaum pasó muy por encima de su más cercana competidora, Xóchitl Gálvez Ruiz, quien obtuvo cerca del 28% de los votos. La candidata de la coalición PRI, PAN, PRD reconoció anoche su derrota y felicitó a su adversaria. Jorge Álvarez Maynez, de Movimiento Ciudadano, obtuvo solamente el 10 por ciento de los votos.

El resultado abrumador es muestra de la enorme popularidad que goza el presidente de México y que consiguió arrastrar a una candidata menos carismática que él hacia una victoria apabullante, incluso en un país profundamente machista, en el que durante la campaña electoral se cuestionó constantemente si México estaba listo para ser liderado por una mujer.

La victoria del partido oficial se vio reflejada en el Senado, por lo que Sheinbaum llegará con un poder enorme a la silla presidencial. Incluso López Obrador tendrá un mes completo (desde que se instala el Congreso, hasta la sucesión presidencial) para avanzar en las reformas constitucionales que tiene pendientes.

Sheinbaum Pardo es doctora en física y fue Jefa de Gobierno antes de aspirar a la Presidencia de México. Participó en la fundación del partido con el que consigue esta victoria: Movimiento Regeneración Nacional. Además de ser la primera mujer en dirigir el país, también es la primera persona en llegar a la presidencia sin tener un pasado priista o panista.