Santuario Ostok busca nueva casa en Mazatlán por inseguridad en Culiacán

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El Santuario Ostok es un refugio ubicado en Culiacán, dedicado a cuidar y proteger animales rescatados del maltrato, tráfico ilegal y abandono. Entre sus habitantes estaban 10 hipopótamos descendientes de los que trajo Pablo Escobar a Colombia en los años 80.

EUSKERA

El Santuario Ostok, un lugar en Culiacán, donde se cuidan animales rescatados, cerrará sus puertas debido a la inseguridad en la ciudad. Por la violencia y amenazas, el equipo decidió mover a todos los animales a un sitio más seguro en Mazatlán.

Ostok es un refugio que nació para ayudar a animales que sufrían maltrato, tráfico ilegal o abandono. Desde que abrió, ha cuidado a más de 1,800 animales de diferentes tipos, como aves, reptiles, felinos, elefantes y hasta hipopótamos. Actualmente, tiene cerca de 500 animales.

Entre los animales que llaman la atención están 10 hipopótamos que descienden de los que trajo Pablo Escobar, el famoso narcotraficante colombiano. Escobar importó cuatro hipopótamos a su zoológico privado en Colombia y sus descendientes ahora son más de 160, causando problemas ambientales en esa región.

Por eso, las autoridades colombianas buscan controlar su población. Una de las soluciones fue trasladar algunos de estos hipopótamos a otros lugares. El Santuario Ostok aceptó recibir 10 de ellos para darles un hogar seguro y evitar que sean sacrificados en Colombia.

Mover a estos grandes animales no es fácil ni barato. El traslado se hizo por avión y costó cerca de 450,000 dólares.

La decisión de cerrar en Culiacán y mudarse a Mazatlán se tomó porque la violencia en la ciudad ha hecho muy difícil cuidar bien a los animales. En febrero de 2025, el personal del santuario fue asaltado y les robaron una camioneta que usaban para rescatar y transportar animales. Además, el ambiente de inseguridad ha bloqueado caminos y ha puesto en peligro tanto a los trabajadores como a los animales.

Por eso, los responsables del santuario decidieron trasladar poco a poco a los animales a Mazatlán, donde les dieron 50 hectáreas para continuar su trabajo. Mazatlán es más seguro y permitirá que el santuario siga funcionando sin los problemas que hay en Culiacán.

El presidente del Santuario Ostok, Ernesto Zazueta, pidió a las autoridades que mejoren la seguridad para que lugares como este puedan seguir ayudando a la fauna silvestre.

Este cambio también representa un nuevo reto, especialmente con la llegada de los hipopótamos. Estos animales son grandes y comen mucho, por lo que necesitan cuidados especiales. Sin embargo, el santuario confía en que podrán ofrecerles un buen hogar y mantener su trabajo para proteger a muchas especies que han sufrido.

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