El centro comercial se deslinda de responsabilidad tras la caída de varios usuarios en una escalera eléctrica en mal estado.

EUSKERA

Durango, Dgo.- Un accidente ocurrido en el centro comercial Paseo Durango puso en evidencia la grave negligencia de la administración del lugar, que una vez más se niega a asumir la responsabilidad por la seguridad de sus visitantes. Ayer, varias personas resultaron heridas al caer de una de sus escaleras eléctricas, que comenzó a funcionar de forma inesperada después de meses fuera de servicio.

Testigos indican que las escaleras del segundo piso, que ya presentaban fallas mecánicas recurrentes no estaban acordonadas ni señalizadas como fuera de servicio. A pesar de que los visitantes sabían de los problemas con las instalaciones, se vieron obligados a utilizarlas debido a la falta de medidas preventivas del centro comercial. Sin previo aviso, las escaleras se pusieron en marcha, lo que generó una caída masiva de personas, dejando varios heridos.

A pesar de la gravedad del accidente, Paseo Durango emitió un comunicado en el que culpó directamente a las víctimas al asegurar que las escaleras estaban fuera de servicio y que los lesionados son responsables por haberse subido. Este intento de evitar la responsabilidad es grave ya que no se tomaron las precauciones necesarias para evitar que los usuarios accedieran a esta área. Las escaleras no estaban acordonadas, ni había señales visibles que advirtieran sobre su mal estado.

Este incidente no es aislado. Paseo Durango ha enfrentado múltiples quejas por fallas en sus instalaciones, como problemas en los elevadores, inundaciones, conatos de incendio y otros accidentes, sin que la administración haya tomado medidas efectivas para solucionar estos problemas. La falta de acción y su actitud evasiva ante situaciones como esta demuestran una falta de compromiso con la seguridad de los usuarios.

La gestión de Paseo Durango continúa ignorando sus responsabilidades y en lugar de asumir los errores que han provocado accidentes, busca culpar a los afectados. Este tipo de comportamiento solo mancha más la reputación del centro comercial y pone en evidencia su desinterés por la seguridad y el bienestar de sus clientes.

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