México en crisis por adicciones

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EUSKERA

México se encuentra en una encrucijada crítica en la lucha contra el narcotráfico. Según una investigación especial de “La Silla Rota”, el país es uno de los líderes mundiales en producción de drogas, particularmente metanfetaminas y opiáceos sintéticos como el fentanilo. Sin embargo, el gobierno no solo carece de estadísticas confiables sobre el consumo de drogas, sino que también ignora regulaciones esenciales para la rehabilitación de los usuarios.

No hay datos ni “otros datos”

Rubén Diazconti, antropólogo y especialista en salud pública, critica la ausencia de datos que permitan entender el fenómeno del consumo de drogas en el país Esta falta de información se traduce en una incapacidad del gobierno para abordar el problema de manera efectiva.

Actualmente, no hay cifras sobre cuántas personas en México reciben atención psicológica o psiquiátrica, ni cuántas están en los llamados “anexos”, espacios que evaden la normativa. En la Ciudad de México, existen 195 Centros de Atención a Adicciones registrados, pero muchos de ellos no cumplen con la Norma Oficial Mexicana que garantiza atención digna y humana.

No hay apoyo verdadero

Pese a que la Norma Oficial Mexicana establece que cada usuario debe tener un expediente y un plan de tratamiento, Diazconti señala que “pocos centros operan así”. La mayoría de estos lugares no cumplen con los estándares de atención, lo que plantea un grave riesgo para los usuarios de drogas.

Un caso emblemático es el de la “clínica de rehabilitación” Patrulla Espiritual en Tijuana, que, según Diazconti, utiliza la religión como una forma de control, llegando incluso al secuestro de personas usuarias de drogas. “Las familias, desesperadas, a veces permiten estas prácticas”, revela el especialista.

Tratamientos incosteables

La atención a las adicciones en México está marcada por una profunda desigualdad económica. La mayoría de los centros que ofrecen una atención integral son inaccesibles para la población en situación de vulnerabilidad. El Instituto Nacional de Salud Pública señala que las personas que usan drogas provienen en su mayoría de estratos sociales precarios.

Los pocos que pueden acceder a centros de “alto nivel” con atención integral, que incluye especialistas como psiquiatras y psicólogos, enfrentan costos exorbitantes, que pueden alcanzar los 90 mil pesos diarios. “Sanar se ha convertido en un privilegio, no en una necesidad de salud pública”, concluye Diazconti.

Urge atender las adicciones

La situación actual en México refleja una crisis multidimensional que requiere un enfoque integral y urgente. Sin estadísticas que informen las políticas públicas y con un sistema de atención a adicciones que ignora regulaciones básicas, la lucha contra el narcotráfico y el tratamiento de las adicciones parece estar en un punto muerto. La necesidad de un cambio radical es innegable, y solo un compromiso verdadero por parte del gobierno puede ofrecer una salida viable a esta problemática crítica.