En Zacatecas, durante trabajos de rehabilitación en la Escuela Primaria Valentín Gómez Farías, se descubrió un cementerio bajo las aulas. Los restos humanos que datan de los siglos XVIII o XIX, incluyen ocho niños y un adulto. El edificio fue también un convento y hospital.

EUSKERA

Lo que durante años fue considerado solo un mito urbano terminó por confirmarse en una escuela primaria del centro de Zacatecas. Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) hallaron restos humanos bajo las instalaciones de la Escuela Primaria Valentín Gómez Farías, ubicada en un edificio histórico que en el pasado fue convento y hospital.

El hallazgo ocurrió el 24 de abril de 2025, durante trabajos de rehabilitación del inmueble. Ahí se encontraron los restos de ocho infantes y un adulto, que podrían tener una antigüedad de entre 150 y 200 años. Según el INAH, los cuerpos datan posiblemente del siglo XVIII o XIX, aunque aún se realizarán análisis para confirmar la fecha exacta.

El descubrimiento tuvo lugar mientras se excavaban dos pozos para estudios de mecánica del suelo, como parte de un proyecto de restauración realizado por el Instituto Zacatecano para la Construcción de Escuelas y la Secretaría de Obras Públicas estatal, con supervisión del INAH.

Uno de los entierros más destacados fue el de un ataúd de madera de 80 centímetros de largo, decorado con figuras en forma de rombos azules. En su interior se hallaron los restos de un niño envuelto en una tela color café. Este cuerpo es el único que estaba completo y en mejor estado de conservación.

Encima del féretro, se encontraron fragmentos de otros cuatro cuerpos infantiles y algunos restos óseos de un adulto. Debajo del mismo se localizaron tres bultos más, también de niños. Los especialistas estiman que los menores tenían edades que iban desde recién nacidos hasta los seis años.

Aunque por ahora no se han realizado análisis detallados para determinar género, enfermedades u otras características, la forma en que fueron enterrados y su ubicación refuerzan la idea de que el lugar sirvió como cementerio en el pasado.

El edificio donde hoy funciona la escuela fue construido en el siglo XVII y perteneció a la Orden de San Juan de Dios. En distintas épocas fue usado como convento, hospital y posiblemente espacio funerario. Entre los objetos encontrados junto a los restos están una moneda de 1862, botones, telas, cerámica, metales y un papel con texto ilegible.

Los materiales recuperados serán trasladados al Museo de Guadalupe, donde serán analizados en los próximos meses. Por el momento, no se ha informado si este hallazgo modificará el uso actual del inmueble como escuela.

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