“Entréguenme a mi hijo como esté” : madre de Alan

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EUSKERA

Alan dejó Durango hace tres años, buscando un futuro mejor para su familia. Con esfuerzo, se estableció en Mazatlán, donde trabajaba como conductor de Uber y enviaba dinero a sus hijos. En ese tiempo, también conoció a una mujer con quien espera un hijo más. Se había ganado el cariño de quienes lo rodean, siendo un padre responsable y un amigo querido.

Sin embargo, su vida dio un giro trágico el 18 de octubre. Ese día, Alan salió a trabajar como de costumbre, pero no regresó. Su familia, desesperada, ha buscado respuestas, pero las autoridades lo consideran una víctima más en medio de la creciente ola de violencia en Sinaloa. La falta de información ha dejado a su madre con el corazón roto, enfrentando una realidad angustiante.

La fe es su refugio, y su esperanza de que Alan regrese con vida permanece intacta. Con una fortaleza poco común en estas circunstancias, le pide a su hijo que mantenga la esperanza, donde sea que se encuentre.

Desafortunadamente, la información es escasa y el apoyo de las autoridades en casos de desaparición suele ser limitado. En su hogar, el recuerdo de Alan es constante. Cada día, su madre busca respuestas y se aferra a cada llamada, mensaje o publicación en redes sociales.