La DEA ofrecía una recompensa de un millón de dólares por su captura, era conocido como un operador importante en el Cártel de Sinaloa y responsable de coordinar el tráfico de drogas hacia Estados Unidos.

EUSKERA

Jorge Humberto Figueroa Benítez, alias El Perris, jefe de seguridad del grupo criminal Los Chapitos, fue abatido por el Ejército Mexicano durante un operativo realizado el viernes 23 de mayo en el municipio de Navolato, Sinaloa. El enfrentamiento ocurrió en la comunidad de Bariometro, donde elementos del Ejército y la Guardia Nacional fueron agredidos por civiles armados y respondieron al ataque.

De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública, el operativo incluyó la participación de helicópteros y fuerzas especiales. El saldo fue de un enfrentamiento armado, dos elementos del Ejército heridos, cuatro personas detenidas y la muerte de Figueroa Benítez, considerado una figura clave dentro del Cártel de Sinaloa.

El secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, confirmó la muerte de El Perris e indicó que se trataba de uno de los principales generadores de violencia en la región. Estaba acusado por el Gobierno de México y por autoridades estadounidenses de participar en operaciones de tráfico de fentanilo y en acciones violentas contra las fuerzas de seguridad.

Figueroa Benítez había asumido el cargo de jefe de seguridad de Los Chapitos en 2023, tras la detención de Néstor Isidro Pérez Salas, El Nini. Desde entonces, su papel dentro de la organización creció, y se le atribuyeron diversas actividades delictivas, entre ellas su participación en el “Culiacanazo” de 2019 y en el supuesto secuestro de Ismael “El Mayo” Zambada, entregado posteriormente a las autoridades estadounidenses.

La Administración de Control de Drogas (DEA) ofrecía una recompensa de un millón de dólares por su captura, señalándolo como un operador clave en la estructura del cártel y en el tráfico de drogas hacia Estados Unidos.

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