Durante la audiencia llevada a cabo la mañana de este martes, surgieron varios detalles relacionados con el horrendo crimen perpetrado por Dante Yahir.
SAÚL MACÍAS
Durango, México.- Mediante un procedimiento abreviado, Dante Yahir, de 20 años de edad, fue encontrado culpable por el feminicidio de Eva Liliana Montelongo, de 35 años, trabajadora de la tienda Coppel asesinada la tarde del pasado domingo 12 de mayo, durante su horario laboral. El feminicida reconoció la culpa ante el juez de Control del Centro de Justicia Penal, pasadas las 3:00 de la tarde de este martes.
Durante la audiencia que comenzó minutos después de las 10:00 de la mañana de este martes, el agente del ministerio público presentó una serie de pruebas con las que buscó la vinculación a proceso del inculpado. Tras el análisis de las mismas, el juez de Control encontró elementos para hallar culpable a Dante Yahir por el feminicidio de “Lily” y le impuso 59 años, 11 meses y 29 días de prisión, la pena máxima.
A sus años en la cárcel se suman una multa de 469 mil pesos y una reparación del daño de 1 millón 259 mil 940 pesos.
CRIMEN SIN EXPLICACIÓN
Durante la audiencia llevada a cabo la mañana de este martes, surgieron varios detalles relacionados con el horrendo crimen perpetrado por Dante Yahir.
Según su propia declaración, la noche antes de cometer el feminicidio contra Lily, consumió bebidas embriagantes hasta perder la razón. A la mañana siguiente, cerca de las 11:00, tal como aparece en grabaciones de seguridad difundidas por la Fiscalía General del Estado, el joven ingresa a la tienda Coppel de 5 de Febrero y el Corredor Constitución. Dante habría pasado dos horas dentro del comercio sin llamar la atención de clientes o trabajadores.
Alrededor de la 1:00 de la tarde, tras acechar a su víctima, el feminicida siguió a Lily hasta los baños del establecimiento; se encerró con ella, la sometió, abusó de ella y la hirió en repetidas ocasiones por espacio de 25 minutos. El análisis del cuerpo de la víctima encontró 26 heridas (entre moretones y cortaduras) en su cuerpo, 11 de ellas estaban específicamente en su rostro. Dante terminó su macabro crimen estrangulando a Lily.
El feminicida abandonó la escena luego de que una trabajadora de la tienda tocara la puerta del baño en reiteradas ocasiones. Fue entonces que Dante salió del baño con manchas de sangre en el cuerpo y con el pantalón de su víctima enredado en la cabeza para proteger su identidad. En ese momento salió apresuradamente de la tienda, mientras los trabajadores de Coppel descubrían horrorizados el cuerpo de Lily ensangrentado y semidesnudo.
Pese a dar un aviso por radio, el feminicida logró salir de la tienda y seguir su camino con rumbo hacia la Plaza de Armas. Se dio a conocer que Dante confesó su crimen minutos más tarde a un amigo que trabaja en un restaurante ubicado en el bulevar Dolores del Río, a menos de un kilómetro de donde ocurrió el hecho. La confesión a medias y objetos que Dante traía consigo, propiedad de su víctima, lo motivaron a denunciar. Esto y las investigaciones periciales, fueron aspectos fundamentales para dar con el paradero y capturar al feminicida.