La presencia de estos animales se ha vuelto frecuente en algunas zonas de la ciudad; han mostrado una impresionante capacidad de adaptación.
SAÚL MACÍAS
Durango, Dgo.- Con toda naturalidad un coyote camina por el borde de la vialidad Naranjo, casi a punto de llegar al cruce con la carretera a Mezquital. En la zona hay varios residenciales y un importante tránsito vehicular, pero el animal parece acostumbrado a moverse por aquí. Cuando cesa el paso de vehículos, cruza la calle; luego pasa delante de la caseta del residencial Vista del Sol y se pierde entre la oscuridad y la maleza del terreno contiguo, a donde ya no llega el alumbrado público ni la luz de los autos. Si no fuera por sus patas alargadas, cola estirada y orejas puntiagudas que le dan un aspecto imponente, diríamos que se trata de un perro de la calle.
COYOTES SE MUDAN A LA CIUDAD
En los últimos meses se han incrementado los avistamientos de coyotes en esta parte de la ciudad, que concentra varios fraccionamientos privados, restaurantes y centros de trabajo. Los encuentros (algunos documentados en fotografías y videos expuestos en redes sociales) han causado pánico, sobre todo entre habitantes de la zona que los perciben como un peligro. Sin embargo, los coyotes han demostrado un comportamiento “amistoso” hasta ahora, pues no hay registros de ataques a personas.
SUPERVIVENCIA
La autoridad medioambiental en Durango es inexistente, por lo que no hay estudios al respecto o registros oficiales relacionados con estos avistamientos que busquen comprender la situación. Sin embargo, se sabe que una de las causas principales de que los coyotes se adapten a los ecosistemas urbanos es la búsqueda de alimentos. Esta especie encuentra más fácil conseguir comida en la basura que cazando en la naturaleza. Si bien existen otras teorías, algunas de ellas relacionadas con el cambio climático, esta es la más fuerte.
¿UNA AMENAZA?
Los “coyotes duranguenses” han mostrado un comportamiento pacífico, pero pueden representar una amenaza para animales domésticos. En otras ciudades donde se ha presentado esta situación, los coyotes han visto como sus presas a gatos y perros más pequeños. Los ataques a personas son sumamente extraños y, al menos en Durango, no hay un registro de ellos en los últimos años. Un factor más a considerar es la naturaleza curiosa de este animal.
UNA NUEVA CONVIVENCIA
Estos avistamientos deben llevar a una lección importante. Es obvio que los coyotes se están expandiendo desde sus territorios naturales hacia la zona urbana de Durango y muestran una gran adaptación al entorno humano. Es trascendental empezar a tomar acciones como mejorar el manejo de desechos y que esto no represente un suministro de comida para ellos.
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