Cientos de migrantes mueren en el camino a Estados Unidos

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EUSKERA

Desde enero de 2014 hasta noviembre de 2024, más de 2,200 migrantes han perdido la vida en México. Estos migrantes, en su mayoría provenientes de Centroamérica, atraviesan el país en busca de una vida más segura y con mejores oportunidades. Sin embargo, su viaje se ve marcado por peligros constantes, desde la violencia hasta accidentes graves, pasando por la falta de atención médica.

Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), 250 de estas muertes fueron violentas. Los migrantes han sido víctimas de asesinatos, muchos de ellos encontrados en lugares como fosas clandestinas, parques o a lo largo de carreteras. Estos hechos han ocurrido principalmente en estados como Chiapas, Tamaulipas, Sonora y Tlaxcala, áreas que suelen ser pasos obligados para quienes se trasladan hacia el norte del país. De las 250 muertes violentas registradas, 12 fueron de menores de edad y 39 de mujeres.

Pero no solo la violencia es una amenaza para los migrantes. En los últimos años, 717 migrantes han muerto en accidentes de tránsito, muchos de ellos atropellados por trenes o involucrados en choques mientras viajaban en camiones. Estos accidentes han ocurrido en varios estados, como Tabasco, Veracruz, Puebla y Aguascalientes. De las 717 víctimas, 116 eran mujeres y 63 eran niños.

Otro de los grandes peligros para los migrantes es el cruce de ríos. En particular, el río Bravo, que marca la frontera entre México y Estados Unidos, ha sido responsable de la muerte de 738 migrantes en los últimos diez años. Muchos intentan nadar, pero las fuertes corrientes y el agua fría han cobrado vidas, especialmente en Tamaulipas, donde se encuentran los cruces más peligrosos.

Además de estos riesgos, otro factor que contribuye a la mortalidad de los migrantes es la falta de atención médica. Durante su travesía, muchos no tienen acceso a los cuidados necesarios, lo que les deja vulnerables a enfermedades que, sin tratamiento adecuado, pueden resultar mortales. En total, la OIM ha documentado 75 muertes por enfermedades, muchas de ellas ocurridas cerca de refugios o en hospitales donde los migrantes llegaron demasiado tarde para recibir atención.