La falta de información por parte de las autoridades generan inquietud sobre el manejo de los casos.

EUSKERA

Durango, Dgo.- En menos de una semana, dos niñas perdieron la vida en Durango por desnutrición severa. La más reciente víctima, Isela, de siete años, falleció en la madrugada del miércoles después de ser ingresada al Hospital Materno Infantil con un diagnóstico de desnutrición severa y tuberculosis. La menor había sido trasladada desde el poblado Canoas, en el municipio de El Mezquital, el 4 de abril, pero lamentablemente no sobrevivió a los tratamientos.

Hace apenas unos días, otra tragedia similar ocurrió en el estado: una bebé de tres semanas de nacida también murió por desnutrición. Se habla de la posible omisión de cuidados por parte de los padres, aunque hasta el momento no hay confirmación oficial.

El equipo del Hospital Materno Infantil ha evitado proporcionar detalles claros sobre estos dos casos que deberían ser factor de cambio en protocolos de prevención y atención. La falta de transparencia lleva a cuestionarse cómo se gestionaron los casos y qué medidas se tomaron para salvar sus vidas.

La negativa de emitir información oficial y la repetición de estas tragedias en tan corto tiempo resalta la necesidad urgente de un cambio en varias instancias de gobierno para evitar que un pequeño en pleno año 2025 muera de hambre.

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